
Tranquilos, si habéis llegado hasta aquí sólo os diré que España se rompe a un ritmo menos acelerado que el planeta. Aquellos que quieran acallarlo, que lo hagan, ya tienen la vida resuelta; no pasa nada. Pero reflexionando y reflexionando me he dado cuenta de que cierta clase de periodistas jamás serán afines a mí; por eso me voy a pasar al lado oscuro. Creo que estoy más cerca del Federico Canijo.
Me pregunto en el papel de Juan Carlos en este país. Ya me demarqué en su momento en contra suya al comprobar cómo validaba una ley que hacía juicio de valor sobre legisladores anteriores. Ahora, esa herida mal curada vuelve a surgir al oirle decir a Zapatero que España no se rompe, y que quien lo vaticina debe callar porque a corto plazo no lo verá cumplido...
Pues bien, tenéis la opción de ponerme las etiquetas que queráis. Me apena que el Fede se quede sólo, porque en el fondo yo creo que se critica al rey por las cosas buenas que hace, pero nadie mira el trasfondo de lo que tiene que ser la vigilancia de los poderes públicos.
Vosotros veis yates, veranitos, y una vida resuelta..., yo veo mafias y amistades inadecuadas; ése es el papel del rey y no otro.
Esperemos que el siguiente haga su cometido.