Bueno, mañana dejaré el cuarto de esta historia pero me gustaría conocer opiniones del personal, si os gusta la historia o no
CAPITULO TRES: LA CAVERNA DE LAS LLAMAS
Pronto estábamos caminando por el mundo exterior, a través de la carretera que unía el jardín con la ciudad. Todo lo que nos rodeaba eran extensos prados, sin apenas bosques de árboles que la cubrieran, de manera que podíamos ver los monstruos que nos acechaban. Podía disfrutar del olor de la hierba fresca y el sonido de los pájaros al volar o al cantar. Tras unos cuantos metros recorridos vimos manchas de sangre que teñían la hierba. Ninguno de los dos dijimos nada pero Quistis miró mi cicatriz (me quite la venda en la habitación antes de salir) pero sabía que allí había transcurrido mi combate con Seifer.
Anduve un buen trecho antes de enfrentarme a él. Las manchas del suelo me volvieron a trasladar al sueño, lo que me enojó y confundió mucho. Normalmente esos sueños no me solían alterar más de la cuenta...pero ¿realmente aquella mañana iba a la Caverna de las Llamas? ¿o salí tan temprano a causa del sueño? Bueno, eso explicaría porque llevaba una ropa cualquiera. Para ocasiones como aquella me gustaba más el conjunto de cazadora y pantalones negros, eran más cómodos.
Aquel paisaje, que podía tomarse de paradisíaco tenía el defecto de estar plagados de monstruos que solían atacar a todo aquello que se moviese, a menos que fueras por el camino de asfalto. Sin embargo nosotros estábamos obligados a abandonar el camino para ir a la caverna. En apenas unos segundos nos fueron a recibir dos enormes Mosquitos. Esos animalejos sólo eran útiles para los aspirantes a Seeds que hubieran comenzado su aprendizaje, normalmente niños, pues una de las primeras cosas que se aprendían era extraer magias (exactamente su esencia) para aprenderlas. Los Mosquitos albergan hechizos simples como Piro y Electro, hechizos que tanto Quistis como yo teníamos más que aprendidos, por lo que a nosotros simplemente nos molestaban
Con dos golpes de Revolver acababa con ellos, a veces con una sola tajada era suficiente. Y en ese momento con la compañía de Quistis no tardamos nada en acabar con aquellos dos mosquitos ni con los cinco siguientes. Me pareció tan poco que me dirigí a entrar al bosquecillo que separaba el Jardín de Balamb y la entrada a la caverna.
-¿Vas a cruzarlo?-asentí y continué caminando. Apenas di dos pasos dentro del bosque cuando un Grat lanzó uno de sus tentáculos hacía mi. En décimas de segundos saqué a Revolver y corté ese tentáculo. Sin embargo ese combate sólo acababa de empezar, pues nos rodearon unos seis Grat. A pesar de la ventaja numérica nos bastamos de hechizos Piro para acabar con todos ellos en poco tiempo y algunos golpes de nuestras respectivas armas. Durante el trayecto en este bosque sólo nos volvió a molestar algunos Alagar y algún Grat que se había salvado antes de la hoguera. Al salir estaba enfrente de la entrada de la Caverna de las Llamas. Dos profesores del jardín la custodiaban
-Vas a enfrentarte a un guardián de bajo nivel. Deberás ir acompañado de un Seed
-De acuerdo. Estudiante numero 41269 Squall Leonheart
-Instructora numero 14 Quistis Trepe. Ayudaré en todo lo que pueda
-Debes elegir un tiempo límite para realizar esta prueba-me lo pensé un poco. Conocía muchos casos en los que los alumnos habían fracasado por elegir un periodo de tiempo demasiado corto y otros que no conseguían una buena calificación por dedicarle demasiado tiempo.
-Elijo veinte minutos-tras mis palabras los dos profesores nos dejaron pasar al interior de la caverna.
De la Caverna de las Llamas había oído muchas cosas sobre cómo era, que había y demás...pero me sorprendí al ver su aspecto.
Era como entrar a un volcán; todo era piedra de color rojo y había pequeñas lagunas de magma hirviente, que burbujeaba suavemente. El aire que se respiraba era espeso, tal vez por el vapor que emanaba de estas lagunas. Al principio caminábamos con cierta tranquilidad pero no aminorábamos el paso en ningún momento
-Se te ve tranquilo y seguro de ti mismo. Muchos otros alumnos entran aquí muy nerviosos...¿será por mis encantos?-otras de sus bromas de mal gusto. Lo primero que pensé fue “menuda instructora” y luego se me ocurrió que tal vez fuese alguna de sus bromas...-¡Era broma hombre, era para que te relajaras!-me dijo al ver la cara que había puesto de “esta tía es una creída o una obscena”. Para relajarme...estaba muy tranquilo y muy relajado, aquello no era para sentir una excesiva presión. Sólo era una prueba más antes del examen. Caminaba algo más adelantado que ella, cuando me gritó
-¡¡Cuidado Squall!!-había notado un chapoteo a mis espaldas y efectivamente al volverme me topé con una enorme bola de fuego con una enorme sonrisa maquiavélica. Si no me fallaba la memoria, tenía ante mi un Boom. Y segundos después apareció un Mordélago. Cualquier otro alumno que no hubiera entrenado bastante, habría pensado que era perfecto pues el Mordélago es un monstruo al que se le pueden extrae magia Hielo, que no sólo le serviría para despachar a todos los Boom con rapidez sino en el combate con ese guardián de bajo nivel, que no era otro que Ifrit, cuyo elemento afín era el fuego.
Restaban diecisiete minutos al llegar al final de la cueva. El camino finalizaba en una enorme oquedad de gran profundidad, rodeada por completo de magma, provocando así un aumento de la temperatura.
Me acerqué al hueco no sin antes deshacerme de la chaqueta, que la dejé en un lado entre unas piedras, para evitar que entrase en contacto con la refriega del combate.
-Es sorprendente lo fuertes que sois tú y Seifer. A pesar de....
-No sigas porque sé lo que vas a decir. Ese tipo y yo no tenemos nada en común salvo nuestras armas....-dejé el fin de la frase en el aire. Claro que había algo más en común con él: las ansias de combate, de luchar y pelear hasta conseguir la victoria. Sólo que lo demostrábamos de forma opuesta. Sintiéndome ya más fresco y preparado para el combate me acerqué más al hueco. El suelo comenzó a temblar haciendo que me retirase para no caer. Una enorme figura salió de allí y se posó a escasos metros de nosotros. Mi primera impresión fue que me hallaba frente a un enorme león erguido, que mediría como unos diez metros de alto, por su rostro y por su melena que parecía estar hecha de llamas. Sin embargo tenía grandes diferencias: de su cabeza le salían dos enormes cuernos negros y que me recordaban a la forma de la guadaña; en una de sus orejas colgaban dos aros dorados al igual que los dos grandes brazaletes que tenía en sus muñecas. Sus brazos eran musculosos tanto o más que su torso, que recordaba al de un ser humano. Sus manos también recordaba a las de un ser humano, solo que algo más grandes y terminadas en garras, que exactamente igual ocurría con sus pies. Todo él era de un color marrón oscuro con pelos anaranjados en zonas concretas, como en los codos o en los muslos.
-¿Quién ha osado despertarme de mi sueño?-dijo con voz ronca y potente, que hizo temblar toda la cueva.
-He sido yo, aspirante a Seed Squall Leonheart
-¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¿Tú, insignificante humano?-asentí con total seguridad sacando a Revolver y Quistis su látigo. Nos quedarían unos quince minutos para vencer a Ifrit y salir de allí por lo que di todo lo que pude. Antes de empezar me había preparado para aquél combate: potencié mis ataques, basándolos principalmente en el elemento Hielo para hacerle más daño; hice los enlaces pertinentes para ser lo más invulnerable posible a los ataques de Ifrit, los ataques de elemento fuego y para fortalecer mi físico. Tenía que estar al cien por cien para acabar lo más rápido posible
Ifrit, al ver que lo recibíamos con las armas se lanzó al ataque con sus zarpas preparadas para despedazarnos. De un gran salto hacia la izquierda y Quistis hacia la derecha lo esquivamos. Mientras Quistis lanzaba un ataque físico yo me concentré para lanzarle un hechizo Hielo. Con ese mismo ritmo de combate, uno lanzando hechizos y otro atacando físicamente vencimos en poco tiempo.
-No os he valorado lo suficiente. Sois unos guerreros de gran calidad y con una aliada especial como es Shiva, si no me equivoco. A partir de ahora lucharé de vuestro lado-
Ifrit se desmaterializó convirtiéndose en un haz de energía luminosa roja. Extendí mi mano haciendo la misma concentración que cuando se extrae una magia, y el haz de energía penetró en mi cuerpo a través de la mano. Sentí como se acoplaba en mi mente y como su energía inundaba mi cuerpo.
Deshicimos el camino hecho hasta llegar al Jardín de Balamb. En el pórtico...
-Has estado muy bien-me felicitó Quistis-ahora deberías comer y prepararte para el examen de estar tarde. Te recuerdo que a las cuatro debes estar en el vestíbulo...ah y lleva puesto el uniforme de estudiante. Es obligatorio llevarlo en el examen si no quieres que te bajen nota por indisciplina
-Tranquila...
-Nos vemos esta tarde-la vi alejarse y más tarde seguí sus pasos. No me hacía gracia tener que llevar el uniforme pero esta vez estaba obligado. Pensé que así podía llevar toda mi ropa a la lavandería, la que me había puesto por la mañana y la que llevaba ahora, que estaba sucia y olía a humo. Fui a los dormitorios, me cambié de ropa, metí la sucia en una gran bolsa y me fui a la lavandería, que estaba en un edificio al final del patio. Después me fui a la cafetería a almorzar y a descansar un poco mientras observaba a los demás alumnos...
"And like your you were my light in the dark, now I will be the guardian that she protects to you, the angel who guards by you"